El 1 de diciembre de 2023 pude retomar de nuevo una actividad que se vio interrumpida hace unos cuatro años, otras cuestiones personales me reclamaban. Este reencuentro me permitió compartir de nuevo un descubrimiento que me fue muy útil en mi vida, el canto armónico. Ese día la Asociación de Vecinos de la Vaguada en Cartagena me abrió las puertas de uno de sus salones, para llenarlo de ese sonido, afortunadamente no me dio tiempo a publicitarlo, se corrió la voz y pronto se cubrieron las plazas, siempre le estaré agradecida a la Asociación de Vecinos de la Vaguada y muy especialmente a Juani, un ser humano muy especial que no solamente se encarga de la gestión de ese espacio también fue la persona que más se implicó para que eso fuese posible y confió en mi. Durante dos horas y media, el músico Ricardo García, mi nuevo compañero en esta andadura y yo conseguimos que un grupo de personas que aún no nos conocían conectasen consigo mismos y entre ellos a través del sonido y su propia voz.
Eso me dio el impulso y la fuerza para continuar por ese camino y nuestra siguiente parada fue en Santiago el Mayor, Murcia, el 14 de enero, que supuso otro éxito absoluto, no sólo de asistencia, al igual que en la Vaguada, se logró el objetivo que teníamos, y no era otro que la gente disfrutase, se fuese cargada de energía, con la vibración alta y descubriendo una nueva forma de conectar con su voz y a través de ella con ellos mismos.
Lo que sucedió tanto en La Vaguada, Cartagena, como en Santiago el Mayor, Murcia y lo que experimentaron los asistentes de ambos eventos nos llevó a conocer a gente estupenda que a su vez nos abrieron otros caminos y espacios para seguir compartiendo está práctica que es mucho más que eso. Uno de esos lugares fue un bello espacio en medio de la naturaleza al que su dueña bautizó muy acertadamente como "Pajaros en el alma" y que se encuentra en La Guía, Cartagena. El 20 de enero llevamos nuestra particular manera de entender el uso del sonido y la voz a ese entorno. Todas las que se interesaron por este evento fueron mujeres y eso me dio la oportunidad de introducir variaciones en algunas de las dinámicas e incluso incorporar alguna nueva. Se creo un círculo improvisado de mujeres.
Una de mis dinámicas favoritas es cuando entonamos por quintas, varias voces cantando al unisono dos notas separadas por una quinta en la escala natural. No hay instrumentos, no hay partitura, no hay directrices, no hay conocimientos de canto, sólo la capacidad de conectarse y armonizarse sin esfuerzo, sólo la voz pura, limpia, generando armónicos y un sonido casi celestial.
Mientras haya quienes quieran conocer esta maravillosa manera de acercarse al sonido y la voz continuaré por este camino.
Seguimos. . . .
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