30 de enero de 2015

Un Ángel apellidado Bemol

Hace algún tiempo alguien me presentó a un ángel apellidado bemol, cuando lo hizo también me dio unas alas tanto virtuales como reales, pues acabó fabricándolas, desde que este angelito llego a mi vida también llegaron junto a él otros seres humanos maravillosos casi mágicos, en algunos que ya conocía comencé a ver la magia en ellos, se van abriendo caminos y a la par ha sido una autentica inspiración. Este angelito lleva algo más de un año revoloteando por mi vida, le creé su propio espacio, consideré que era lo justo, pero al mismo tiempo también pienso que viene bien que él y algunos de sus amigos asomen de vez en cuando por aquí. Esta es su historia, o al menos así la intuí un día.




Ilustración y cuento de Rosa de Soto (Ángel Bemol) todos los derechos reservados

Os la dejo también aquí abajo por si no la pudieseis leer bien:



CUENTO DE UN ÁNGEL BEMOL

Erase una vez un ángel al que le gustaba mirar las estrellas, siempre estaba sentado en la nube más alta, con el tiempo aprendió a entender su lenguaje, a identificarlas, sabía cuándo una moría y aparecía otra nueva, no le importaba estar rodeado de esa oscuridad nocturna pues solamente veía las estrellas. Un día fue a hablar con Dios:
- ¿Hay algún otro lugar en el universo donde se puedan ver estrellas en medio de la oscuridad? - Le preguntó

- Si, lo hay. - Contestó Dios.

- Me encantaría conocer ese lugar. - Le dijo el ángel.

- Te advierto que esa luz de la que hablo, no se encuentra tan a la vista como las de estas estrellas y no siempre te será fácil verla. - Le explicó Dios.

- No importa. - Dijo el ángel. - Quiero saber de ella.

Entonces Dios envió al ángel a la tierra, como un ser humano más, le quito las alas y le borró su memoria de ángel. Rió, lloró, amó, sufrió, cayó, se levantó, se equivocó, decepcionó y fue decepcionado, sintió miedo, confusión, incomprensión, buscaba la soledad y el silencio. En la noche a veces miraba al cielo con sus ojos de humano y en las estrellas encontraba algo que le resultaba familiar, aunque no sabía muy bien el que, ni porque. 
Un día conoció a alguien muy especial que le hizo recordar quien era en realidad, dándole un nuevo nombre, Ángel Bemol, él a su vez descubrió una luz y a un ser también mágico en esa persona, luego se dio cuenta de que podía hacer lo mismo con otros, que podía descubrir donde estaba la luz en medio de la oscuridad, estaba en cada ser que se encontraba en su camino, aunque ni ellos mismos fuesen conscientes de ello.

Es tal el grado de inspiración y la influencia positiva que ha ejercido en mí que estos días han estado bastante llenos de buenas cosas y personas que he tenido la fortuna de conocer, por lo que no he podido atender este espacio como debiera, pido disculpas por ello. Procuraré no desaparecer durante tanto tiempo.


Ilustración de Rosa de Soto (Ángel Bemol) todos los derechos están reservados


"Un ser de luz donde más y mejor brilla es en la oscuridad"



Esto que hay aquí y más, podéis encontrarlo en el espacio que creé para este angelito, espero que os inspire: http://angelbemol.blogspot.com.es/