16 de octubre de 2014

Presentación "Poemas de la memoria pintada" Intervención de Juan Luis Aparicio, "Pan nuestro de cada día"

Llegamos a la última intervención artística de todo el elenco que colaboró conmigo sobre el escenário. Se trata de un hombre multifacético, con una gran capacidad interpretativa y también un gran gestor de ideas y proyectos. Juan Luis ha sido educador social, es director escénico, escritor, actor y performer, entre otras cosas ha sido el creador y director de Férreo, Musical Gutural, también uno de los responsables del Festival Internacional de microcortos sobre el Alzheimer "Ser o no ser" y organizador de la gala de entrega de premios de dicho festival, actualmente junto a su socio Gines Navarro sacan adelante la empresa Citrum Audio Visual, la cual se encargó de grabar este evento literario. En mi presentación realizó una performance con ciertos tintes político-religiosos.

He aquí a toda una fuerza de la naturaleza difícil de contener y desmotivar.




 Lamentablemente y puesto que el propio Juan Luis tuvo que ocuparse de la cámara no se terminó de grabar su intervención en su totalidad, pues por una fatalidad del destino, se acabó la batería durante su actuación, en cualquier caso eso me dio la oportunidad de improvisar un vídeo-arte. El poema interpretado es "El pan nuestro de cada día", a través del cual hago una crítica y cuestiono la información de los "medios oficiales."




PAN NUESTRO DE CADA DÍA

No te escucho frágil parapeto,
endeble y delgada excusa
de los pobres de espíritu.
Pensáis que no se
que traficáis con tristezas.
Lo bien que se os da
coleccionar tragedias
y venderle la miseria
a una mayoría idiota
con acuse de recibo.
Que el llanto sea paseado
por ciegos, sordos y mudos,
y usado como escenario
en un drama para el pueblo
manteniéndolo domado
y en su redil aborregado.
Y aquí paz y luego gloria
con los sentidos llenos
y el pedestal en su sitio,
bien alto y lo de abajo
pueda quedaros muy lejos,
aunque al alma coloquéis en la picota
y por el calvario vayan caminando
más ángeles de alas rotas
que podemos contemplar y escuchar
pero desde esa atalaya.

Rosa de Soto