20 de diciembre de 2017

Amarela

Una de las cosas que siempre me ha gustado hacer es reservar de vez en cuando un rinconcito en este espacio para dar a conocer y apoyar proyectos de artistas, colectivos o gente creativa en general, amigos y conocidos con talento y mucho que decir y hacer a través de su trabajo. Ese apoyo se puede dar de muchas formas, teniendo la oportunidad de hacer algún evento o proyecto con ellos y dedicarles unas palabras que permitan que se les conozca un poco mejor o dar a conocer lo que hacen o tienen pensado hacer, este último es el caso de esta cantautora llamada Amarela, nacida en Puerto Lumbreras, la escuché un día en Café Itaca, uno de esos espacios para el esparcimiento y la cultura, acogedores y con historia situado en el centro de la ciudad de Murcia, un miércoles de micro abierto donde algunas personas dan a conocer su arte en forma de música, poesía, teatro e intentando ser un poco menos invisibles, de echo fue allí donde presenté mi libro de poesía. Cuando salió y comenzó a cantar acompañada solo de su guitarra todo desapareció y me di cuenta de que destacaba, le pedí una tarjeta y empecé a seguir sus pasos, coincidimos en diversas ocasiones y en escenarios muy variados. Pude asistir a un concierto memorable que dio en la Sala Miguel Angel Clares del Auditorio Victor Villegas. Algún tiempo después tuvo que exiliarse a Asturias pues allí consiguió el éxito que se le negaba en su tierra natal, aunque como bien se dice "nadie es profeta en su tierra". Hay pocos interpretes que logran parar el tiempo cuando suben a un escenario y una de esas personas es Miriam García, o lo que es lo mismo, Amarela, algunos lo llaman duende. Pero lo mejor que posee ella además de esa magia sobre el escenario, donde las letras de sus canciones son verdaderos poemas dedicados al mundo, a la vida y las emociones en estado puro a través de las cuales muchos nos podemos sentir identificados, especialmente las personas sensibles, es la sencillez, naturalidad y humildad que acompaña al ser humano y pienso que personas así, que más que cantantes son magos y trovadores de raza en la tierra y con el alma de un ángel, merecen triunfar, que el mundo les escuche y se les apoye en su camino. 


El primer disco que sacó al mercado con mucho trabajo y sus propios medios lo tituló, "El viaje de la luz" el cual tengo y he escuchado y disfrutado ya varias veces. En este momento su segundo trabajo musical  titulado "Instinto" está en proceso y necesita que se le dé un empujoncito. ¿Me ayudáis?, ¿La ayudáis a seguir adelante con ese don y vocación que pocos poseen y menos aun se atreven a mostrar?  Solo tenéis que participar en la campaña de micromecenazgo o dicho en anglosajón crowdfunding. Solo pincha en el enlace que hay a continuación de la fotografía. Gracias.

A continuación os comparto algunos vídeos, el primero es el de esta campaña de micromecenazgo donde Amarela os dedica unas palabras, los siguientes son  de algunas canciones de su primer disco "El viaje de la luz". un vídeo clip y un par de actuaciones en acússtico, pues otra de las cosas buenas que tiene ella son unos directos fantásticos, y a ver si os inspira y os motiva a parte de permitiros conocerla un poco mejor.







Concluyo esta entrada dedicada a este ser que tengo el placer de conocer personalmente con un vídeo que recoge un fragmento para recuerdo de un gran concierto. Espero y deseo que alcance sus metas y sus sueños siendo siempre tan humilde, tan especial y tan humana, esté donde esté, sin importar donde llegue.



18 de diciembre de 2017

Poemas pintados y recitados, Carta primera y segunda. . . . al humano

A veces me siento como el barón Munchausen que cuando cae en la profundidad de un abismo tira de su coleta para volver a la superficie pues no encuentra otra cosa a donde agarrarse, ni a quien. Pero mientras se tiene la fuerza para seguir tirando de ti hacia la superficie todo está bien. Cada vez que te levantas, cada vez que logras subir otra vez a la superficie es porque has aprendido algo. 
Una vez leí una frase que rezaba así, "Es más fuerte el que se levanta que quien nunca ha caído" y estos días no para de cruzarse en mi camino esa visión y percepción de la caída donde la fortaleza gana a la flaqueza. El ser humano no es como los muros de Jericó pero como cualquier cosa susceptible al derrumbe es imprescindible el derecho a volver a reconstruirse piedra a piedra hasta levantarse de nuevo, no como defensa, ni parapeto para atacar, sino por el mero echo de poder y deber seguir en pie.
Cuando escribí los dos breves poemas Carta Primera y Carta Segunda que figuran en mi libro, "Poemas de la memoria pintada", no era consciente de que más allá de cuestiones personales, estaba escribiendo sobre debilidades humanas que nos hacen fuertes y precisamente humanos y que ellas nos acercan un poco más a una divinidad que no es capaz de ver, entender, ni alcanzar ninguna religión y que ser aprendiz de humano es precisamente eso, derrumbe y reconstrucción lícita, y dar pasos hacía el conocimiento y descubrimiento de nuestra propia divinidad.
Estas dos cartas poéticas se las dedico a todos los aprendices de humano, recitadas por mi y acompañadas de algunas de mis obras plásticas que considero están emparentadas con estos versos y su mensaje, de paso dejo enlaces a las entradas donde estas se encuentran acompañadas de algunas reflexiones y algo más y poder volver a disfrutarlas pausadamente.