2 de noviembre de 2020

Poemas pintados y recitados, sobre el miedo a perder y a partir

Estos días reflexiono en torno a ese tema tabú para muchos como es la muerte. No solo por el echo de que coincide en un tiempo y una época en la que se recuerda a los que partieron y se celebra su memoria, sino por que se lleva muchos meses convocándola como ese terrible coco que vendrá a por ti si te portas mal. 

El grito de ¡Vamos a morir todos! se ha ido extendiendo estos días y a quienes lo enarbolan me temo que he de darles la razón y cuanta más afirmación hay en esa exclamación más posibilidades hay de que eso ocurra más pronto que tarde.

El miedo a la muerte siempre me ha parecido infantil, pues mal que nos pese todos vamos a morir, no es algo que pueda impedirse u obviarse, y el echo de que se utilice este miedo como una herramienta más para domesticar las mentes y que además se logre, me entristece. Significa que en el fondo tampoco se ha aprendido a vivir y que definitivamente nos hemos alejado de los ciclos naturales de la propia vida. A veces creo que quienes más temen morir son aquellos que en el fondo sienten que no han vivido o al menos, no lo que ellos consideraban suficiente, otras llego a la conclusión de que sólo es un miedo irracional implantado en pos de un máximo control, acobardamiento, inmadurez y dependencia externa para luego ofrecer una falsa seguridad.

En sus inicios la humanidad convivía de manera natural y lógica con la muerte, pero uno de los logros de "civilizar" al ser humano es aprovisionarlo de una gran cantidad de miedos e inseguridades, sobre todo el miedo a perder en muy diversas versiones, siendo la muerte la representación máxima de la perdida y su abanderada.  No nos han enseñado a aceptar a la muerte, a considerarla como una compañera más de viaje, pues nos acompaña en nuestro trayecto vital, nos guste o no. Hace poco alguien me dijo que a la muerte hay que tenerle respeto, pero la palabra respeto no tiene ningún sentido para mi junto a la muerte, se ha de respetar a los muertos y su memoria, pero no sé donde cabe el respeto a la muerte, respetarla no hace que pase de largo. 

Por otro lado esta adopta muchas formas, no siempre relacionada con la muerte física y a veces es necesario que algunas cosas mueran, situaciones, emociones, relaciones, para que otras puedan nacer. Si observamos a la naturaleza nos damos cuenta de que ella no teme desprenderse de parte de si misma, dejarla morir, para poder resurgir de nuevo en próximos ciclos. Y ya que empleo las palabras ciclo y nacimiento, para mi morir no es otra cosa que eso, un ciclo en el cual nacemos de nuevo de otra forma.

En mis poemas la dama perenne, como yo vengo a llamarla, también está presente y en este que comparto en esta entrada en forma de vídeo poema y que titulé "Algo inevitable", vuelvo a jugar con las metáforas al igual que hice con otro poema dedicado a la música y en uno la palabra música no aparece y en este la palabra muerte, tampoco. Como he hecho en otras ocasiones acompaño el recitado de algunas de mis obras plásticas.


"El sentido de la vida" http://www.creandoconsentidorosadesoto.com/2009/01/desde-las-sombras.html

"La rueda" http://www.creandoconsentidorosadesoto.com/2009/09/mas-alla-de-la-bidimensionalidad.html