19 de agosto de 2014

Presentación "Poemas de la memoria pintada" Intervención de Manolí Mañogil, "Amo tu libertad"

La siguiente intervención estuvo a cargo de Manolí Mañogil, una mujer que conocí en un encuentro lúdico-artístico donde cada uno de los que estábamos allí compartíamos nuestros talentos con otros compañeros, ella cogió su guitarra y nos cantó unos temas que había compuesto, luego yo recité algunos de mis poemas, también le gustaron y al igual que Andrés se ofreció a poner música a alguno de ellos, no era la primera vez que convertía poemas en canciones, casualmente las letras de las canciones con las que nos deleito en ese encuentro lúdico eran de poesías. Después me enteré de que no eramos tan desconocidas, paso fugazmente por el Orfeón Fernández Caballero, lo suficientemente breve para no recordarlo, también fui descubriendo que había hecho muchas cosas interesantes en el mundo de la música. Con 15 años creo y dirigió un conjunto de voces graves, donde también cantó como solista, con 17 años obtuvo su carnet de cantante profesional y desde entonces, ha cantado en orquesta, ha compuesto música coral que ha sido interpretada por diversas formaciones corales en España y en el extranjero, una de sus habaneras forma parte del libro “La habanera en Torrevieja” de D. Ricardo Lafuente Aguado y es habitual para ella colaborar en certámenes y presentaciones de poesía.

Esta encantadora y talentosa mujer es Manoli Mañogil. 



Escuchemos la bonita voz de Manoli y disfrutemos de la canción que ha compuesto inspirándose en el poema "Amo tu libertad", otro viejo conocido que escogí para publicitar mi presentación, uno de mis favoritos, donde pasamos de una pluma estilográfica a otra de ave que nos cuenta lo importante que es la libertad en el amor.


AMO TU LIBERTAD

Persiguiendo a una pluma
mientras vuela
impulsada por el aire
sin otra mente que la lleve
y sin saber lo que es
anhelar la libertad.
¿Por qué no quisiste amor
convertirme en tu capricho?
y suavemente mecida
por tu clemente mano
alcanzar el firmamento
y en el crítico momento
en que roce la tierra, de nuevo,
llevarme otra vez en volandas
sin ala que me dirija,
solos tú,  yo
y el viento,
al único,
que no se puede encadenar.

Rosa de Soto